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Durante muchos siglos, los pueblos de Eurasia intercambiaron toda clase de productos comerciales y culturales a lo largo de un denso entramado de senderos que comunicaban los dos extremos del contínente, y que más tarde volverían a ser conocidos bajo el nombre genérico de Ruta de las Seda. a través de ésta, el preciado material, cuyo secreto fue celosamente custodiado por los emperadores chinos, llegó hasta las costas del Mediterráneo, y otros numerosos bienes fluyeron en sentido opuesto hasta la capital del Imperio celeste. Junto a ellos viajaron también religiones, movimientos filosóficos y corrientes artísticas, difundidos por todos aquellos que alguna vez corrieron el largo e incierto trayecto que unía Oriente y Occidente en un único y grandioso escenario.

En abril de 2004 el autor, cumpliendo por fin un sueño de juventud, emprendió desde Estambul un periplo que le llevaría en bicicleta hasta los confines de Asia, durante un año y medio y a lo largo de 25.000 kilómetros, tras las huellas de esos mismos viajeros -peregrinos, soldados, mercaderes, exiliados, arqueólogos o exploradores- que le precedieron. Partió en busca de los testimonios que dejaron a su paso, y tal vez con la esperanza de encontrar algo de sí mismo por el camino. Ésta es la crónica de dicha búsqueda.

Un libro muy recomendable para todos aquellos amantes de la Ruta de la Seda y de los viajes de aventura.
Estambul es un retrato, en ocasiones panorámico y en otras íntimo y personal, de una de las ciudades más fascinantes de la Europa que mira a Asia. Pero es también una autobiografía, la del propio Orhan Pamuk.

La historia da comienzo con el capítulo de su infancia, donde Pamuk nos habla sobre su excéntrica familia y su vida en un polvoriento apartamento –«los apartamentos Pamuk», así los denomina– en el centro de la ciudad.

El autor recuerda que fue en aquellos días lejanos cuando tomó conciencia de que le había tocado vivir en un espacio plagado de melancolía: residente de un lugar que arrastra un pasado glorioso y que intenta hacerse un hueco en la «modernidad». Viejos y hermosos edificios en ruinas, estatuas valiosas y mutantes, villas fantasmagóricas y callejuelas secretas donde, por encima de todo, destaca el terapéutico Bósforo, que en la memoria del narrador es vida, salud y felicidad.

Esta elegía sirve para que el autor introduzca a pintores, escritores y célebres asesinos, a través de cuyos ojos el narrador describe la ciudad. Hermoso retrato de una ciudad y una vida, ambas fascinantes por igual.

El corazón perdido de Asia

Al oeste de China, al sur de Rusia, rodeadas por las montañas, la estepa y el desierto, se encuentran las cinco repúblicas centroasiáticas de la antigua Unión Soviética que se independizarían de Moscú a comienzos de los 90: Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kazajstán y Kirguistán. Es este el momento que Colin Thubron escogió para visitarlas y conversar con sus habitantes sobre el pasado, el presente y el futuro, sobre la libertad recién hallada y su otra cara, la desesperanza y la nostalgia de certidumbres como las que había ofrecido el pasado soviético. Son muchas las historias y muchos los detalles de esta desconocida región de los Thubron da cuenta al tiempo que conversa o registra conversaciones sobre religiones y lenguas, sobre la madre patria y el poder ruso.

Un libro de obligada lectura para los amantes de Asia Central. Recomendamos también La sombra de la Ruta de la Seda, del mismo autor.

La sombra de la ruta de la seda

La sombra de la ruta de la seda describe un viaje a lo largo de la mayor ruta terrestre del mundo. Del corazón de China a las montañas del Asia Central, pasando por el norte de Afganistán, las llanuras de Irán y el Kurdistán turco, Colin Thubron viaja desde la Tumba del Emperador Amarillo (el legendario antepasado del pueblo chino) hasta el antiguo puerto mediterráneo de Antioquía ya sea en autocar, camión, coche, carro o camello.

En total cubre más de once mil kilómetros en ocho meses en el que tal vez sea el más difícil y ambicioso viaje que jamás haya emprendido en cuarenta años. La ruta de la seda es un enorme entramado de arterias que se separan y convergen a lo largo y ancho del continente asiático. Durante el itinerario se constata el tránsito no sólo de mercancías y ejércitos sino también de ideas, religiones e inventos.

Pero al lado de este rico y sorprendente legado, La sombra de la ruta de la seda también trata del Asia actual: un continente en convulsión.Una de las características de la literatura de viajes de Colin Thubron es la belleza de su prosa; otra es su don para hablar y hacer hablar a la gente. La sombra de la ruta de la seda discurre por países islámicos de muy distinta naturaleza y se ocupa también de los cambios acaecidos en China durante la Revolución Cultural.

También versa sobre los falsos nacionalismos y las polémicas divisiones mundiales, en las que los verdaderos límites no son las fronteras políticas sino las tribales, étnicas, lingüísticas y religiosas. En definitiva, se trata de una magnífica visión de un mundo antiguo expuesto a la agitación de los tiempos modernos.

LA RUTA DE MARCO POLO. VIAJE DE VENECIA A PEKÍN



De Venecia a Pekín, atravesando fabulosas regiones de leyenda como Irán, Afganistán, China, el Parir, o incluso el Tibet, Michael Yamashita, fotógrafo de reconocido prestigio internacional, nos invita a revivir la increíble expedición de Marco Polo, que en 1272 partió de Venecia a la edad de 17 años para emprender un largo periplo que habría de llevarlo a China, a la corte de Kublai Kan, el gran emperador de los mogoles. Seducido por la belleza de los relatos de los viajes de Marco Polo, Michal Yamashita siguió durante cuatro años los pasos del ilustre veneciano con la intención de reencontrar , a lo largo de la antigua Ruta de la Seda, las tradiciones, los ambientes, y los lugares descritos allá por el siglo XIII: las sonoras dunas del desierto del Takla Makán, los caravansares de Faizabad, donde todavía siguen encontrando cobijo los mercaderes con sus retahílas de asnos y camellos, los tenderetes desbordantes de mercancías del gran bazar de Tabriz, las minas de piedras preciosas de Sri Lanka, etc. Con una mezcla de historia y actualidad, este libro nos invita a asistir a un apasionante diálogo entre el fotógrafo contemporáneo y el aventurero de siete siglos atrás.

La vida en la Ruta de la Seda


Susan Whitfield

Durante los primeros mil años después de Cristo, innumerables mercaderes, misioneros, monjes, mendicantes y militares viajaron por la vasta red de caminos de Asia central conocida como «la ruta de la seda». Esta ruta conectaba Europa, la India y el Lejano Oriente y atravesaba muchos países y asentamientos, desde la espléndida ciudad de Samarkanda hasta las más pequeñas aldeas del desierto. Los comerciantes compraban y vendían ámbar del Báltico, lapislázuli de Afganistán, seda de la China y lana de las estepas de Mongolia. Los monjes budistas itinerantes, los sacerdotes maniqueos persas, los zoroastristas y los cristianos nestorianos buscaban conversos entre los habitantes del desierto. Y los narradores de historias, los acróbatas, los músicos, los bailarines, las cortesanas, los adivinos, los vendedores ambulantes y los hacedores de milagros exhibían sus habilidades en mercados y templos.

Este libro narra las vidas de algunas de estas personas y de las ciudades de Asia central en las que vivieron desde los siglos VIII al X. Basándose en fuentes contemporáneas a la época en cuestión y mediante la utilización de apasionantes historias reales, demuestra que, mientras Europa se hallaba aún sumida en lo que se denomina la «edad oscura», algunos emperadores que poseían toda suerte de lujos, con una gran tradición artística y científica, luchaban entre sí por el control de la mayor ruta comercial de la historia. Una ruta, en fin, que acabó eclipsada por el comercio marítimo y de la que hoy en día apenas quedan algunas ciudades en ruinas y cubiertas de arena, cuyos habitantes vuelven ahora a la vida gracias a las inigualables dotes narrativas de Susan Whitfield.

The silk road (Kashgar a Xian)


Judy Bonavia

El antiguo comercio de sedas y otras exóticas mercancías tenía que superar enormes dificultades en su camino; los mercaderes llevaban su grandes caravanas de camellos a través de los territorios más inhóspitos de la tierra -pasos de montaña bloqueados por la nieve, desiertos…-. En los comienzos de la magnífica ciudad de Xi'an, los viajeros fueron protegidos en el tramo de la ruta que va desde el Corredor Hexi a la barrera que supone la Gran Muralla, y después también al norte o sur del desierto de Taklamakan hasta Kashgar antes de continuar hacia India, Irán o las grandes ciudades del medio este. Para el viajero actual no solo es el peso de la historia el que hace de esta una ruta intrigante, sino también la increíble diversidad de escenarios y gentes que se pueden encontrar a lo largo del camino. Esta guía Odyssey es probablemente de las mejores que se pueden encontrar, acompañada de muy buenas fotografías y numerosos consejos y datos de interés, incluye una completísima introducción a la vida cotidiana y a la cultura popular de los lugares por los que discurre tan maravilloso viaje.

Sueños perdidos en la ruta de la seda

Marc Morte

En el 2001 Marc Morte inició un largo peregrinaje a través de la Ruta de la Seda en busca de los vestigios de ese rico pasado. Partiendo de Constantinopla, y visitando ciudades como Isfahan, Merv, Samarkanda o Kashgar, hasta llegar a Xian, recorrió países olvidados, visitó ciudades detenidas en el tiempo, y conoció a los descendientes de los antiguos pobladores de estas tierras.

La Ruta de la Seda, viaje en solitario

Bernard Ollivier ens explica la seva travessia en solitari per l’anomenada
Ruta de la Seda: dotze mil quilòmetres amb tota mena de perills i la certesa que només podrà confiar en la seva sang freda i en l’hospitalitat dels pobles que anirá trobant. Un bon llibre pels enamorats de l'aventura i per a qui viatjar en solitari significa un autoaprenentage personal.